por Randall J. Dicks (+)
Director de
THE CONSTANTIAN SOCIETY (EE.UU.)
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THE CONSTANTIAN SOCIETY (EE.UU.)
Una antigua fuente de guerra y discordia, que durante generaciones ha sido objeto de incontables debates entre historiadores, está en camino de desaparecer de Europa. Se trata de la Ley Sálica que, tal como se entiende comúnmente, excluye las mujeres de la sucesión a los tronos. De hecho, la germánica Lex Salica aplicada actualmente a la sucesión a la propiedad, no los tronos, pero malentendida y malinterpretada o no, la Ley Sálica llegó a formar parte de la mayoría de las Monarquías europeas, y otras tantas que excluían a las mujeres o los que descendían en línea femenina de la sucesión a poder y títulos. Gran Bretaña ha sido largo tiempo la excepción destacada de la regla - que se reflejó no sólo en muchas Reinas británicas que reinaban por derecho propio, sino también en las antiguas reivindicaciones del trono de Francia.
A comienzos de este siglo, casi todas las Monarquías de Europa - Imperios, Reinos, Gran Ducados, Principados) - observaban la Ley Sálica o alguna forma modificada de ella. A finales del siglo, tal vez ninguna Monarquía europea seguirá la antigua regla. Las Monarquías, en general, se adaptan rápidamente a los cambios de los tiempos y las necesidades.
Las Monarquías de España, el Reino Unido, los Países Bajos, Luxemburgo, Dinamarca, Suecia, Noruega, Mónaco y Bélgica permiten todas la sucesión femenina al trono, de una u otra forma.
La tendencia "moderna" puede que haya comenzado en Dinamarca. El Rey federico IX y la Reina Ingrid tenían tres hijas, pero ningún hijo varón. La Familia Real disfrutaba de una popularidad arrolladora, en parte debido a su ejemplar comportamiento durante la ocupación nazi de Dinamarca, y la mayoría de los daneses pensaban que la hija mayor del Rey, la Princesa Margarita, merecía heredar el trono de su padre.
De acuerdo con ello, la ley de sucesión de Dinamarca fue modificada en 1953, después de varios años de estudios y un referéndum nacional, y se abandonó la Ley Sálica. La nueva ley hizo que el trono de Dinamarca fuera hereditario para los descendientes del rey Cristian X y la Reina Alejandra, sean varones o hembras, teniendo los varones preferencia ante las hembras de acuerdo con la edad. Como resultado de este cambio, la Princesa Margarita, que entonces tenía 13 años, se convirtió en Princesa Heredera Margarita, heredera presuntiva del trono, desplazando a su tío, el Príncipe Knut, hermano del Rey Federico IX.
Otro país escandinavo llevó este proceso un paso más lejos, esto fue cuando Suecia modificó su ley de sucesión en 1979. Los cambios del Acta de Sucesión preveían que "los descendientes varones y hembras ... del Rey Carlos XVI Gustavo deberían tener el derecho de suceder al trono de Suecia". Esto no acabó sólo con la Ley Sálica, sino eliminó también la preferencia de herederos varones frente a las mujeres. El joven Príncipe Heredero Carlos Felipe fue desplazado por su hermana mayor, que se convirtió en Princesa Heredero Victoria, heredera aparente del trono sueco. [i]
El tercer acto del drama nórdico se produjo en 1990 en Noruega. La ley noruega no es como la sueca; el primer hijo nacido del monarca será el heredero, sea varón o hembra. Sin embargo, al contrario que el proceso de modificación en Suecia, los noruegos no hicieron la ley completamente retroactiva. El nuevo Rey de Noruega, Harald V, tiene dos hijos, Haakon Magnus y Marta Luisa. Haakon Magnus, más joven que su hermana, es el Príncipe Heredero. La Princesa Marta Luisa es la siguiente en la línea en todo caso (mientras que Haakon Magnus no tenga hijos). Ahora está en manos de los daneses de decidir si quieren conceder a las mujeres la igualdad con los hombres, aunque la cuestión no tendrá mucho significado práctico hasta que el Príncipe heredero Federico o su hermano, el Príncipe Joaquín, tengan hijos.
La Constitución española firmada por el rey Don Juan Carlos I en 1978 prevé que las mujeres sucedan al trono, aunque los varones tienen preferencia: el Príncipe de Asturias es el primero en la línea de sucesión y después de él vienen sus dos hermanas mayores.
En los Países Bajos no sólo se permite la sucesión al trono a las mujeres: este país no tenía más que Reinas durante más de cien años, y en 1990 se cumplió el "Siglo de las cuatro reinas". Según la modificación de la Constitución holandesa de 1987, el trono pasa a los descendientes legítimos del último monarca "en orden de edad", sin especificación del sexo.
Los desarrollos más recientes en el "Canto de los Cisnes" de la Ley Sálica se produjeron en Bélgica. La política de la Comunidad Europea favorece la igualdad entre los sexos, lo que en última instancia afecta a la elección de los jefes de estado. En consecuencia se propuso una modificación de la Constitución de 1830, que permitiría que una Reina reinara en el Reino. La sección correspondiente de la Constitución, que preveía la sucesión al trono "de hombre a hombre, en orden de primogenitura y la exclusión perpetua de las mujeres y sus descendientes".[ii] La enmienda fue presentada por el parlamento belga y fue sancionada por el Rey el 21 de junio de 1991.
El Rey Balduino y la Reina Fabiola de Bélgica no tuvieron hijos. La modificación de la Constitución remite a los descendientes del hermano menor del Rey, el Príncipe Alberto, Príncipe de Lieja, pero no a la hermana mayor del Rey, la Gran Duquesa Josefina Carlota de Luxemburgo, o su gran número de hijos y nietos. El Príncipe Alberto y su esposa, la Princesa Paola, tienen tres hijos: el Príncipe Felipe, 31, la Princesa Astrid, 29, y el Príncipe Lorenzo, 28. Según la ley anterior, el Príncipe Felipe sigue a su padre en el orden de sucesión, y Lorenzo a Felipe, no estando Astrid dentro de la línea sucesoria. Según la modificación, el orden es ahora, después del Príncipe Alberto, Felipe, Astrid y sus hijos, y después Lorenzo.[iii]
Actualmente, Liechtenstein es la única Monarquía europea que excluye a las mujeres de la sucesión al trono. Esto no sorprende, dado que hasta 1986 las mujeres no tenían ni derecho a voto en Liechtenstein. Sin embargo, un cambio se avecina ya en el horizonte. El Príncipe Juan Adán II es un contemporáneo práctico que quiere que su país esté al paso con la Europa del Siglo XXI. Liechtenstein se convirtió en miembro de las Naciones Unidas en 1990, y las princesas podrían alcanzar plenos derechos dinásticos antes de finalizar el siglo.
Algunas veces se oye la opinión de que las Monarquías son anticuadas, anacrónicas, demasiado conservadoras y fuera de lugar. La Monarquía es, en realidad, mucho más flexible y responde mucho mejor a los cambios necesarios que la mayoría de las repúblicas en el presente siglo. Después de muchos años se intentos, los Estados Unidos no han sido capaces de llevar a cabo una modificación de su Constitución para establecer la igualdad en derechos, y han sido pocas las mujeres que accedieran a altos cargos. Las Monarquías europeas cuentan con tres Reinas reinantes que suman más de 50 años de experiencia en el trono. Cuatro de las diez Monarquías europeas tienen mujeres tanto en primera como en segunda línea sucesoria. Desde que se lleva a cabo la política de igualdad en derechos de la Comunidad Europea, la Europa monárquica tiene excelentes antecedentes. Las Monarquías, lejos de quedarse atrás, tal como algunos la consideran como instituciones "anticuadas" y "anacrónicas", están tomando la delantera. Como dice el lema del Rey de Suecia, las Monarquías están verdaderamente cambiando "con los tiempos".
[i]. La Princesa Heredera Victoria de Suecia es heredera aparente debido a que la ley sueca concede exactamente los mismos derechos a hombres y mujeres. La Princesa Heredera Margarita de Dinamarca era heredera presuntiva, dado que existía la posibilidad teórica, aunque improbable, de que su padre podría haber tenido un hijo varón que podría haber llegado a ser Príncipe Heredero y heredero aparente en lugar de su hermana mayor. La Reina Isabel II también era heredera presuntiva mientras que reinaba su padre el Rey Jorge VI.
[ii]. Sección 60ª de la Constitución de Bélgica.
[iii]. Generalmente se da por hecho que el Príncipe Alberto renunciaría inmediatamente al trono en favor de su hijo mayo el Príncipe Felipe. Si Astrid llegara alguna vez a ocupar el trono, se crearía una situación interesante, dado que está casada con el Archiduque Lorenzo de Austria-Este, nieto del último Emperador austríaco Carlos I. En efecto, Astrid es, por su matrimonio, Su Alteza Imperial y Real la Archiduquesa Astrid de Austria. Su acceso al trono de Bélgica significaría que la Casa Habsburgo legaría, con el tiempo, a desplazar la Casa Coburgo como dinastía de Bélgica. Ni el Príncipe Felipe ni el Príncipe Lorenzo están casados hasta ahora.
Publicado en Monarquía Europea Nº 5/6 - Año II - Julio/Diciembre 1992
A comienzos de este siglo, casi todas las Monarquías de Europa - Imperios, Reinos, Gran Ducados, Principados) - observaban la Ley Sálica o alguna forma modificada de ella. A finales del siglo, tal vez ninguna Monarquía europea seguirá la antigua regla. Las Monarquías, en general, se adaptan rápidamente a los cambios de los tiempos y las necesidades.
Las Monarquías de España, el Reino Unido, los Países Bajos, Luxemburgo, Dinamarca, Suecia, Noruega, Mónaco y Bélgica permiten todas la sucesión femenina al trono, de una u otra forma.
La tendencia "moderna" puede que haya comenzado en Dinamarca. El Rey federico IX y la Reina Ingrid tenían tres hijas, pero ningún hijo varón. La Familia Real disfrutaba de una popularidad arrolladora, en parte debido a su ejemplar comportamiento durante la ocupación nazi de Dinamarca, y la mayoría de los daneses pensaban que la hija mayor del Rey, la Princesa Margarita, merecía heredar el trono de su padre.
De acuerdo con ello, la ley de sucesión de Dinamarca fue modificada en 1953, después de varios años de estudios y un referéndum nacional, y se abandonó la Ley Sálica. La nueva ley hizo que el trono de Dinamarca fuera hereditario para los descendientes del rey Cristian X y la Reina Alejandra, sean varones o hembras, teniendo los varones preferencia ante las hembras de acuerdo con la edad. Como resultado de este cambio, la Princesa Margarita, que entonces tenía 13 años, se convirtió en Princesa Heredera Margarita, heredera presuntiva del trono, desplazando a su tío, el Príncipe Knut, hermano del Rey Federico IX.
Otro país escandinavo llevó este proceso un paso más lejos, esto fue cuando Suecia modificó su ley de sucesión en 1979. Los cambios del Acta de Sucesión preveían que "los descendientes varones y hembras ... del Rey Carlos XVI Gustavo deberían tener el derecho de suceder al trono de Suecia". Esto no acabó sólo con la Ley Sálica, sino eliminó también la preferencia de herederos varones frente a las mujeres. El joven Príncipe Heredero Carlos Felipe fue desplazado por su hermana mayor, que se convirtió en Princesa Heredero Victoria, heredera aparente del trono sueco. [i]
El tercer acto del drama nórdico se produjo en 1990 en Noruega. La ley noruega no es como la sueca; el primer hijo nacido del monarca será el heredero, sea varón o hembra. Sin embargo, al contrario que el proceso de modificación en Suecia, los noruegos no hicieron la ley completamente retroactiva. El nuevo Rey de Noruega, Harald V, tiene dos hijos, Haakon Magnus y Marta Luisa. Haakon Magnus, más joven que su hermana, es el Príncipe Heredero. La Princesa Marta Luisa es la siguiente en la línea en todo caso (mientras que Haakon Magnus no tenga hijos). Ahora está en manos de los daneses de decidir si quieren conceder a las mujeres la igualdad con los hombres, aunque la cuestión no tendrá mucho significado práctico hasta que el Príncipe heredero Federico o su hermano, el Príncipe Joaquín, tengan hijos.
La Constitución española firmada por el rey Don Juan Carlos I en 1978 prevé que las mujeres sucedan al trono, aunque los varones tienen preferencia: el Príncipe de Asturias es el primero en la línea de sucesión y después de él vienen sus dos hermanas mayores.
En los Países Bajos no sólo se permite la sucesión al trono a las mujeres: este país no tenía más que Reinas durante más de cien años, y en 1990 se cumplió el "Siglo de las cuatro reinas". Según la modificación de la Constitución holandesa de 1987, el trono pasa a los descendientes legítimos del último monarca "en orden de edad", sin especificación del sexo.
Los desarrollos más recientes en el "Canto de los Cisnes" de la Ley Sálica se produjeron en Bélgica. La política de la Comunidad Europea favorece la igualdad entre los sexos, lo que en última instancia afecta a la elección de los jefes de estado. En consecuencia se propuso una modificación de la Constitución de 1830, que permitiría que una Reina reinara en el Reino. La sección correspondiente de la Constitución, que preveía la sucesión al trono "de hombre a hombre, en orden de primogenitura y la exclusión perpetua de las mujeres y sus descendientes".[ii] La enmienda fue presentada por el parlamento belga y fue sancionada por el Rey el 21 de junio de 1991.
El Rey Balduino y la Reina Fabiola de Bélgica no tuvieron hijos. La modificación de la Constitución remite a los descendientes del hermano menor del Rey, el Príncipe Alberto, Príncipe de Lieja, pero no a la hermana mayor del Rey, la Gran Duquesa Josefina Carlota de Luxemburgo, o su gran número de hijos y nietos. El Príncipe Alberto y su esposa, la Princesa Paola, tienen tres hijos: el Príncipe Felipe, 31, la Princesa Astrid, 29, y el Príncipe Lorenzo, 28. Según la ley anterior, el Príncipe Felipe sigue a su padre en el orden de sucesión, y Lorenzo a Felipe, no estando Astrid dentro de la línea sucesoria. Según la modificación, el orden es ahora, después del Príncipe Alberto, Felipe, Astrid y sus hijos, y después Lorenzo.[iii]
Actualmente, Liechtenstein es la única Monarquía europea que excluye a las mujeres de la sucesión al trono. Esto no sorprende, dado que hasta 1986 las mujeres no tenían ni derecho a voto en Liechtenstein. Sin embargo, un cambio se avecina ya en el horizonte. El Príncipe Juan Adán II es un contemporáneo práctico que quiere que su país esté al paso con la Europa del Siglo XXI. Liechtenstein se convirtió en miembro de las Naciones Unidas en 1990, y las princesas podrían alcanzar plenos derechos dinásticos antes de finalizar el siglo.
Algunas veces se oye la opinión de que las Monarquías son anticuadas, anacrónicas, demasiado conservadoras y fuera de lugar. La Monarquía es, en realidad, mucho más flexible y responde mucho mejor a los cambios necesarios que la mayoría de las repúblicas en el presente siglo. Después de muchos años se intentos, los Estados Unidos no han sido capaces de llevar a cabo una modificación de su Constitución para establecer la igualdad en derechos, y han sido pocas las mujeres que accedieran a altos cargos. Las Monarquías europeas cuentan con tres Reinas reinantes que suman más de 50 años de experiencia en el trono. Cuatro de las diez Monarquías europeas tienen mujeres tanto en primera como en segunda línea sucesoria. Desde que se lleva a cabo la política de igualdad en derechos de la Comunidad Europea, la Europa monárquica tiene excelentes antecedentes. Las Monarquías, lejos de quedarse atrás, tal como algunos la consideran como instituciones "anticuadas" y "anacrónicas", están tomando la delantera. Como dice el lema del Rey de Suecia, las Monarquías están verdaderamente cambiando "con los tiempos".
[i]. La Princesa Heredera Victoria de Suecia es heredera aparente debido a que la ley sueca concede exactamente los mismos derechos a hombres y mujeres. La Princesa Heredera Margarita de Dinamarca era heredera presuntiva, dado que existía la posibilidad teórica, aunque improbable, de que su padre podría haber tenido un hijo varón que podría haber llegado a ser Príncipe Heredero y heredero aparente en lugar de su hermana mayor. La Reina Isabel II también era heredera presuntiva mientras que reinaba su padre el Rey Jorge VI.
[ii]. Sección 60ª de la Constitución de Bélgica.
[iii]. Generalmente se da por hecho que el Príncipe Alberto renunciaría inmediatamente al trono en favor de su hijo mayo el Príncipe Felipe. Si Astrid llegara alguna vez a ocupar el trono, se crearía una situación interesante, dado que está casada con el Archiduque Lorenzo de Austria-Este, nieto del último Emperador austríaco Carlos I. En efecto, Astrid es, por su matrimonio, Su Alteza Imperial y Real la Archiduquesa Astrid de Austria. Su acceso al trono de Bélgica significaría que la Casa Habsburgo legaría, con el tiempo, a desplazar la Casa Coburgo como dinastía de Bélgica. Ni el Príncipe Felipe ni el Príncipe Lorenzo están casados hasta ahora.
Publicado en Monarquía Europea Nº 5/6 - Año II - Julio/Diciembre 1992
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