A finales de marzo de 1993, SS.MM. los Reyes de España, Don Juan Carlos I y Doña Sofía, realizaron su primer viaje oficial al país de S.M. el Rey Simeón II. Fueron recibidos calurosamente por el pueblo búlgaro, que le aclamó y vitoreó el nombre de su propio Rey, Simeón II, pidiendo al Rey de España que les ayudara para que Simeón II volviese a reinar en su país.
Para disgusto del gobierno, que en su mayoría abandonó la Asamblea Nacional para manifestar su rechazo de la intervención del Rey, S.M. Don Juan Carlos I hizo una clara referencia a la legalidad constitucional vigente en Bulgaria de 1879 a 1945:
"Al contemplar este Parlamento, resultado de las elecciones libres y pluralistas celebradas hace más de un año, no puedo por menos que pensar en sus lejanos predecesores de 1879, reunidos en la histórica ciudad de Veliko Tarnovo. Ellos supieron dar al nuevo Estado que renacía una Constitución, considerada como una de las más avanzadas y liberales de su época, que consagraba el principio de sufragio universal y confiaba el poder ejecutivo a la Asamblea Nacional."No se recuerda que S.M. el Rey de España se haya pronunciado tan claramente a favor de un régimen constitucional ejemplar anterior a 1945, lo que no fue otra cosa que elogiar la Monarquía búlgara de los Sajonia-Coburgo-Gotha cuyo actual representante es tan querido en Bulgaria: Simeón II.
Publicado en Monarquía Europea Nº 7/8 - Año III - Octubre 1993
Fotos: Dalda
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